Hace poco, platicaba con un muy buen amigo que es un máster del Social Media, sobre lo extenso de primeros dos posts desde el exilio; por ello, decidí editar estas tercera, cuarta y quinta publicaciones y dedicarlos al silencio y al cierre del 2013. (No. No es que vayan a estar en blanco; sólo seré moderado en lo extenso)
“TRES TWEETS AL DÍA”.
Como ya muchos saben, no tengo ni una célula de Social Media Expert y nunca he pretendido serlo. Lo que he aprendido, lo he hecho a base de tropiezos, accidentes, errores… y preguntas a quienes sí saben.
Al inicio, leí por ahí que había que agradecer que te siguieran dando followback y mandando un DM diciendo “gracias”. Cada uno de esos DMs que mandé, los escribí yo. No eran respuestas automáticas.
En el congreso de Marketeros Nocturnos, escuché en repetidas ocasiones que no hay que hacer más allá de tres posteos al día.
A pesar de los regaños de un “gurú” del Social Media por andar mandando DMs y a pesar de postear MUUUUUUCHO más que 3 cosas diarias, decidí en un punto hacer las cosas como se me viniera en gana.
Sin embargo, a veces hay que guardar silencio para poder reflexionar, para poder escuchar tus propios pensamientos, para poner atención a lo que hacen los demás, para poder aprender.
Por eso estoy guardando silencio. No estoy tirado en el suelo de una cantina ni estoy en Oceánica. Sólo estoy guardando silencio un rato. Estoy dejando de hablar para escuchar y pensar.
Después de esos dos primeros posts desde el exilio, varios de ustedes me han escrito directamente a mi mail o me han enviado DMs o me han escrito mensajes en facebook que me han puesto la sonrisa en la boca.
 
Gracias por ese escandaloso apoyo que me ha hecho delicioso este silencio.