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el diván del copy

La Publicidad se sufre, se llora, se grita… ¡PERO CÓMO SE LE AMA!

Date

July 22, 2011

EN MI OPINION… DOs y DON’Ts de un Presidente de Agencia

DOs

  1. Aprende – Aunque sean diez, pero ¡apréndete los nombres de la gente que trabaja contigo! Es increíble que seas tan talentoso para aprenderte hasta el cumpleaños de las esposas de los miembros del club de industriales y no sepas cómo se llama la Supervisora de Cuentas que acaba de cumplir 3 años en la agencia.
  2. Recuerda – Haz memoria sobre cómo empezaste. Salvo que seas el hijo del fundador de la agencia, empezaste como todos los demás: partiéndote la madre para hacer cosas enormes. Recuérdalo cuando en un segundo, hagas mierda lo que tomó un mes.
  3. Saluda – No seas inmamable. Un “buenos días” no te costará ni media acción de la compañía.
  4. Sonríe – Si puedes sacar una mueca en las fotos de AdLatina, haz un esfuerzo y sonríele a los que te saludan. Menos miedo, mejor jefe.
  5. Llega temprano – Tranquilo. Puedes seguir asistiendo al brunch con tus amigos de la AMAP; sólo llega temprano a los procesos. No quieras ver un día antes de la presentación, algo cuyo brief lleva 6 meses en nuestras muy madreadasmanos.

DON’Ts

  1. No ocultes – Sabemos que te encanta hacer “reuniones de comité”. Respetable; pero, por tu santísima madre, manda a alguno de los miembros a informarle a la gente (TU GENTE) qué está pasando. El misterio sólo es bueno en las novelas de Agatha Christie; en la agencia, sólo causa miedo, incertidumbre y desconfianza en el líder.
  2. No cierres la puerta – Podría decir que todos los Presidentes que he conocido, presumen que “su puerta está siempre abierta”. Generalmente, está cerrada o protegida por una asistente ejecutiva que te mira sobre su Cosmopolitan.
  3. No seas impuntual – Serás el “caca grande”, pero si todos pueden llegar a las 8:00am a la junta que tú mismo pusiste, tú también puedes. Respeta la vida y el tiempo de tu gente.
  4. No te alejes – A todos los marineros les gusta saber que el capitán sigue dirigiendo el barco y que no están navegando solos. De vez en cuando, date una vuelta por Producción, por Creativo, por Cuentas y pregúntales cómo van. Sí. Seguro te vale dos kilos de madres, pero te aseguro que les haces el día.
  5. No te bañes una vez al año – No lo dejes sólo para la fiesta de Navidad. Date tus bañitos de pueblo diario, en persona o por mail, y hazte presente ante la gente que te DEBE ver como líder pero que TRISTEMENTE, te ve como “el güey que no sabe ni cómo me llamo”.

Me vendo VS No me vendo

En una reciente consulta al Diván, alguien me preguntaba algo REALMENTE interesante.

¿Qué hacer cuando llega a tus manos un cliente que te genera un conflicto? ¿Qué hacer si tienes que publicitar algo en lo que, no sólo no crees, sino que rechazas por completo?

La moral, haría responder a cualquiera un “Di que no. Primero, están tus principios…”.

Yo, táchenme de lo que quieran, pero diré: “Es chamba. ¡TIENES que hacerlo!”.

 

Y antes que me quemen con leña verde por mi actitud nazi, explicaré con un par de ejemplos alternos:

 

Digamos que no somos publicistas; somos maestros de primaria. ¿Le daríamos clase SÓLO  a los alumnos que nos caen bien?

Digamos que no somos publicistas; somos cantineros. ¿Serviríamos SÓLO cubas porque no nos gusta el vodka?

 

Lo sé. Los ejemplos son de lo más pendejos… tan pendejo como el argumento de hacer exclusivamente aquello con lo que estamos de acuerdo. Como publicistas tenemos una obligación con los clientes de la agencia, que se convierten en los nuestros.

Aunque mi papá haya sido un borrachales, no es pretexto para no hacer publicidad de licores.

Aunque sea un vegetariano consumado, no tengo pretexto para no hacer publicidad de salchichas o jamones.

Afirmar que, por hacer publicidad de cigarrillos estoy colaborando a la muerte por enfisema de la gente, es ponernos en este pedestal de publicistas omnipotentes a quienes los consumidores no se pueden resistir; a quienes obligamos, con el solo hecho, de escribir un line, a meterse 26 cigarros de una sentada.

¡Carajo, no!

No se pueden poner los “principios” sobre el trabajo, como el abogado no pone los suyos para decidir quién merece ser defendido y quién no.

Si te toca hacerle publicidad al PAN y eres PRDista, si te toca hacer publicidad de cigarros y eres de los mamones que empiezan a toser en cuanto ven un encendedor, si te toca hacerle publicidad a una Plaza de Toros y estás inscrito en Greenpeace, ni pedo: te tocó.

Antes que artistas, divas, escritores o consumados gana-premios, debemos ser profesionales, equitativos y objetivos.

 

Digamos que somos publicistas mezclados con abogados. ¿No tiene, TODO EL MUNDO, derecho a ser publicitado?

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