Search

el diván del copy

La Publicidad se sufre, se llora, se grita… ¡PERO CÓMO SE LE AMA!

Month

June 2012

La primera vez de mi hija VS El bloqueo creativo

La primera vez, duele.

Hace poco, una de mis trainees experimentó su primer bloqueo creativo. Sé que, en algunas cultura, los padres celebran la primer menstruación de la niña; sé que algunos padres celebran el “estrenón” del niño. Aunque quiería celebrarlo, me hubiera visto sádico de manera exponencial.

El día del primer bloqueo es un día amargo. Aunque te hayas quedado hasta la madrugada en la agencia, el cuaderno está en blanco. Aunque hayas pensado en el taxi camino a casa, el cuaderno sigue en blanco. Simplemente, la idea no llegó.

De pronto, llega un punto donde ya le diste por un lado, ya le diste por el otro; ya le presentaste a tu jefe las 12 formas distintas que se te ocurrieron para resolver el problema y, simplemente, ninguna le gustó a él. (Séamos francos: a ti tampoco)

Ya rellenaste todas las “a”, “e”, “o”, “b”, “d”, “p” y “q” del brief.

Ya te fumaste 14 cigarros.

Ya perdiste el peinado que traías en la mañana.

Ya le mentaste la madre a 14 personas. (Una por cigarro. Cada una te dijo “Estás fumando mucho, ¿no?)

Consejo UNO: ya estuvo bueno. Párale.

Lo que está pasándote en este momento, es que NO ESTÁS PENSANDO EN CREATIVIDAD.

Estás dando vueltas y vueltas y vueltas sobre el hecho de no poder sacar una idea.

Ya te olvidaste del brief. Ya te olvidaste del camino que te dijo tu jefe que debías seguir. Ya no estás pensando en marcas o consumidor. No has dejado de pensar en que no puedes sacar una idea.

No te voy a salir con mamadas de The Secret o Programación neurolingüística, pero sí me queda claro que entre más digas “la voy a cagar”, las probabilidades de cagarla, aumentan.

Consejo DOS: Tira todo.

Aprovechemos que andas emberrinchado. Toma todas las hojas donde has escrito desde que empezó tu “bloqueo creativo” y rómpelas, dóblalas, escóndelas. Lo que sea con tal de evitarte las ganas de verlas, leerlas, repasarlas y autocopiarte.

Consejo TRES: Enfócate.

Ya sé. Parece que estoy dando bandazos. Hace unos renglones, te decía que el pedo es que no has dejado de pensar en UNA SOLA COSA y ahora te voy a pedir que pienses en UNA SOLA COSA.

No. No es bandazo. El chiste de esto, es que pienses en esa UNA SOLA COSA CORRECTA.

Cuando te tapas, lo más usual es abrir el YouTube, entrar a adsoftheworld, escribir en google images “ideas chingonas de gráfica para aceite de pepita de uva”. Nada de esto te va a ayudar. Sólo te vas a distraer. En cuanto menos te des cuenta, vas a estar viendo mamadas como ésta:

Consejo CUATRO: Échate un cigarro.

O si no fumas, sal 10 minutos por unos cacahuates. O ve a platicar con el poli de la agencia 10 minutos. O échate un ping pong de 10 minutos. Esos 10 minutos deben ser el final de temporada de tu “bloqueo”.

Consejo CINCO: Regresa a la casilla uno.

Toma otra vez tu brief. Escribe en tu cuaderno, hasta arriba de la hoja, el nombre de la marca para la que estás trabajando. Escribe en tu cuaderno, de un lado, todo lo que necesitas decir. Escribe en tu cuaderno, abajo, qué debes decir. Analiza. Analiza, analiza.

Consejo CINCO: Pendejea.

Toma tu diccionario. (QUIERO PENSAR QUE EN TU ESCRITORIO, HAY UN DICCIONARIO)

Selecciona una hoja al azar. Baja tu dedo al azar. Piensa una idea con esa palabra que escogiste al hacer. Haz lo mismo 4 veces más.

Consejo SEIS: Trabaja.

Para estas alturas, ya “perdiste” como 40 minutos de tiempo creativo… en vez de 7 horas. Comienza a escribir todo lo que se te ocurra, aunque sea para otro medio, aunque sea una idea a medias, aunque sea una palabra. Si es una gráfica, medio dibújala.

En este momento, ya debes estar pensando cosas completamente diferentes a aquellas que… eh… ah, claro. Ya no íbamos a recordar esas ideas.

Consejo SIETE: EN-TIÉN-DE-LO.

A todo el mundo, hasta al creativo más chingón, le ha tocado ese día donde no se te ocurre ni esa idea que anuncias con el “voy a decir una mamada”. Ni ésa.

La creatividad debe ser disfrutada, no dolida. Por ello, no te retuerzas en tu dolor. SÓLO ENTIÉNDELO:

 

ESTA PRIMERA VEZ, DUELE; pero con el tiempo, te acostumbras. 

El chiste, es que aprendas, te relajes, te concentres y termines asombrando a la persona que tienes arriba. O abajo. Tú sabrás.

Guía básica: ¿Puede COPY andar con SU DUPLA?

Hace poco empezamos esta saga de las personalidades con las que puede andar copy. Esta entrega, aunque ya planeada, surgió en los comentarios de Twitter.

Un tema delicado y sobre el que tengo poca experiencia ya que, a pesar de haber tenido varias duplas, no todas cumplían con los requisitos:

-ser mujer

-estar “libre”

-estar “chabocha”.

Dicho lo cual y tomando como punto de partida la mínima experiencia propia y varias ajenas, ahí va:

El efecto “La Laguna Azul”.

En 1980, apareció una película con el bombón Brooke Shields de niña (Si no la conoces porque eres un escuincle, googlea) que se quedaba atorada en una isla desierta con un chavito -que yo pensé, era su hermano-.

Para no hacerte el cuento largo: los niños se quedan años ahí y crecen. La ropa no crece con ellos. Ambos terminan semiencuerados. Las hormonas despiertan. Pasa lo-que-tiene-que-pasar.

Creo que darte/andar con tu dupla es muy parecido. Se conocen de arriba a abajo, se saben todo, se saben las mañanas, son prácticamente, hermanos.

Cuando conoces a alguien tan bien, creo yo, está medio cabrón andar con ella. Si se da, terminarás sentado en la regadera, restregándote con un zacate, diciendo “I’m dirty, I’m dirty”.

Agencia a las 4:00am

Digamos que, en realidad, no se conocen tanto y tu dupla resulta ser un bombón.

Digamos que, aparte de todo, se quedan diario hasta la madrugada. Hoy es de esos días.

Digamos que no se les ocurre nada y les urge un “desbloqueo creativo”.

Aguas. Si alguna vez has despertado arrepentido a la mañana siguiente, ESA mañana posterior a tener algo con tu dupla puede llegar a nuevos estándares.

Cuando la gana gana.

En alguna ocasión tuve una dupla sabrosa sabrosa sabrosa. Muy loquita ella, pero tenía un “señor body”. Muy loquita ella y con un carácter de la chingada.

No lo niego: la idea me cruzó por la cabeza.

No lo niego: a ella también le cruzó la idea por la cabeza.

¿Pequeño problema? Si peloteando nos dábamos tremendos agarrones… imagínate si nos sólo nos dábamos.

Aunque la gana quisiera ganar, la controlaba y me conformaba con verle sus lindas pompitas mientras peloteábamos.

En conclusión: Aunque andes de nalgas por tu dupla, tienes que pensar lo que podría suceder el día de mañana cuando tengas una entrega de 12 horas y aquella, en su coraje porque ayer no fueron al cine, no quiera mover ni un pixel. (Been there, done that).

Creo que ésta es de las pocas relaciones intra agencia que NO recomiendo. Los casos que he visto, acaban en una charla con el Director Creativo donde alguno de los dos dice “Ya no quiero trabajar con este _____________

Sean buenos hermanitos; de vez en vez, echen la mirada sabroseadora pero no pasen de ahí, incestuosos.

Guía básica: ¿Puede COPY andar con CLIENTE?

Así es. En esta entrega, presentamos el sueño erótico de todo copy: darte a la clienta ultrafresa (o cliente, según sea el caso o la elección).

Seamos francos: sea becaria, gerente junior o la mera mera, alguna de tus clientas (ya me voy a ahorrar el “cliente-clienta”, ¿va?) te ha gustado.

Sí. Ya sé. Es como tema de telenovela: tú eres el pandrosito de la agencia y ella, la princesa del corporativo, que tiene apellido alemán, italiano o francés. Tú tartamudeas hablando inglés y ella, bueno, es casi su lengua materna.

(Gran foto de Vincent Martin, por cierto. Tomada de Alone_we_stand en Flickr)

Esto va más allá del mero deseo. Esto se trata de algo que rebasa lo prohibido. La frase “conflicto de intereses” se olvida cuando ves a esta chica en su ropa ultraformal, con sus discretos adornos de escritorio, sus lentecitos que la hacen ver intelectualmente cachonda y un perfume aún más rico que el de la niña de cuentas.

Aunque me gustaría poder llenar esta guía básica con muchos insights y experiencias propias de “cómo me he dado a 27 clientas”, la realidad es que lo armaré con lo poquito que sí puedo contarte.

No confundas

Algunas clientas tienen la costumbre de llamar “bombón”, “chaparro”, “corazón” a personas cuyo nombre no recuerdan.

Que tu clienta te llame así, no quiere decir nada. Camina con cautela.

Tú sabes que tu estrategia de ser “cagadito” siempre funciona con las nenas de tu entorno. Ya sabes que “risa=ya cayó”.

No olvides que TU TRABAJO es que tu comercial haga que se ría la clienta. Que ría contigo, no quiere decir nada. Camina con cautela.

Cruzaditas de miradas.

Siempre recomiendo presentar campañas con cliente, viendo a todo el mundo. Muchos otros, te recomendarán ver sólo a Don Chingón.

Además de que es un gesto de cortesía muy democrática, puedes darte cuenta si la clienta en cuestión te ve como cualquier hijo de vecina o si, en cambio, te está viendo con “otros ojos”.

Si es así, ya chingaste. PRECAUCIÓN: que te traiga de nalgas la rubia, no te obliga a verla EXCLUSIVAMENTE a ella. También háblale a Don Chingón, que es el que paga.

La pirámide organizacional, manda.

Es una cosa curiosa, pero en el mundo cliente-creativo, Richard Gere no anda con Julia Roberts. Al menos, a mí no me pasó.

La primera clienta con la que me dí mis arrumacos, era tan trainee como yo y, precisamente por nuestro ínfimo escalón empresarial, comenzamos a hablarnos ya que nadie más pelaba a la becaria y al trainee.

Cuando subí a copy jr, ya pude echarle el perro a una asistente de marca; al volverme asociado, tener status extraoficiales con una gerente de trade.

Lo sé. Tal vez es coincidencia.

A la filmación no se va a comer.

Sé que en tu cabeza, podrás hacer your move en la fiesta de la agencia (si es que la invitan) o en la fiesta del cliente (no nos hagamos pendejos: a esa fiesta, no estarás invitado), cuando ya ande con unas copitas encima.

Tache.

La filmación es cuándo. Más, si es una filmación MUY larga. Más, si tu filmación ha durado ya un par de días y todos están “tronados”… Todos, menos tú y la clienta.

Cuando son las 4:15am y todos están jetones o acurrucados en el videoassist, viendo qué diablos tragar para entrar en calor, tú y tu clienta van a ver el cuadro a cámara y el director les pide que se queden por ahí.

La toma está lista. Tu clienta tiene frío. Le das tu sudadera (ah, eso sí: somos unos pandrosos, pero siempre tenemos ropa calientita) como el caballero que eres y le pides que te acompañe a echar un cigarro.

Lo has logrado: la madrugada es la hora de las netas y tú conseguiste cambiarla de locación y reducir el número de participantes. Hablan de la agencia, de su empresa, de su ex, de tu ex (la de cuentas), ríen como bobos, de su ex otra vez, de lo imbécil que fue su ex, ríen como bobos, de lo bueno que es que el ex ya se haya regresado a su natal Argentina, de lo bien que va la filmación, de lo talentoso que es el viejito del comercial, ríen como bobos, del frío que hace, de qué tan lejos vives, de cuánto va a tardar en llevarla la camioneta a su casa, del afortunado hecho de que tú sí traes tu propio coche o, en su defecto, que pueden llegar a la agencia y, de ahí, tú la llevas a su casa.

Si sabes manejar tus cartas bien, bingo. One night stand.

OJO CON CUENTAS: recuerda que, cuando se despierten o se hayan terminado sus 13 chalupitas, irán a ver si la clienta no necesita un pedicure, una revista o platicar alguna trivialidad. Si tu clienta les dice “No te preocupes, XXXXX me va a dar un aventón”, DOBLE BINGO.

En conclusión: a tu clienta le caes bien y le gustas porque eres diferente a sus exnovios fresas… Tan diferente como los tacos que se mete al salir del antro: está padre de vez en cuando, pero no va a comer tacos diario.

Fuera del one night stand y un two or three more times, no va a pasar nada. Bueno, quizás un forth y un fifth… Pero nada más. Ok. Sixth. Pero ya.

Tú eres el copy. Ella es la clienta ultrafresa y su ex vuelve a México la próxima semana (¿Mencioné que es modelo -de los guapos, no character-?)

Si pasó, ya pasó. No vayas a estar de intenso mandándole flores, SMS, agregándola a Facebook, dejándole notitas en su escritorio cuando vayas a presentarle… porque no va a resultar nada, salvo que los corran a ambos por “comprometer intereses”.

Si resulta que me equivoqué en todo y resultaron ser el uno para el otro, de todos modos te chingo: en el momento en que se haga “oficial”, alguno de los dos debe abandonar la cuenta y, por tanto, YA NO ES TU CLIENTA. Te la pelas.

Mi consejo: intenta llegar a la seventh y ya. No por poco ambicioso… es sólo que mi exclienta nunca me enseñó a decir “octavo”.

Blog at WordPress.com.

Up ↑