Los seres humanos podríamos dividirnos en dos tipos: los que escuchan, los que hablan.
Para mi mala o buena suerte, yo soy de los que escuchan.
Me subo a un taxi, el taxista me cuenta sus penas. Son 3:00am en la filmación, la clienta me cuenta sus penas. 5 de cada 6 nalguitas que conozco, terminan por contarme sus penas.
En general, y resumiendo terapias larguísimas, el problema es el mismo:
ELLA: Ando con un pendejo y patán.
YO: Déjalo y sé feliz.
ELLA: Pero no puedo vivir sin él.
YO: Aguántate, entonces.
A primer vistazo, puede parecer que el MAYOR PROBLEMA es lo mal que doy terapias.
Ni un poco.
El problema, en realidad, es que ES MÁS FÁCIL SEGUIR SUFRIENDO, QUE CAMBIAR.
Quien te hace feliz, no debería hacerte sentir miserable.
Quien te hace sentir mal, no debería hacerte sentir bien.
Quien sufre, no debería quejarse.
Quien se queja, debería hacer algo por cambiar.
En general, el problema es el mismo:
PUBLICISTA: Trabajo en una agencia de mierda, rodeado de pendejos
YO: Renuncia y sé feliz.
PUBLICISTA: Pero es que aquí hay prestaciones… y salimos tempra los viernes.
YO: Aguántate, entonces.
AGENCIA: Me caga este cliente tres-pesero.
YO: Déjalo y sé feliz.
AGENCIA: Pero necesito su dinero, aunque sean tres pesos.
YO: Aguántate, entonces.
CLIENTE: Me caga esta agencia
YO: Pon la cuenta a pitch y sé feliz.
CLIENTE: Pero es que, estamos alineados y mi jefe me va a…
YO: Aguántate, entonces.
Si tu trabajo te hace feliz, publicista, no te quejes por la hora a la que sales, no te quejes porque haces pura mierda, no te quejes porque tienes que trabajar con imbéciles, no te quejes porque ganas poco, no te quejes porque no tienes vida social.
Si tu agencia te hace feliz, cliente, no te quejes porque te traen cosas muy elevadas para el target; no te quejes porque, con la creatividad, perdiste a los 3 usuarios que siempre te habían sido leales… aunque duplicaste ventas.
Si tus empleados te hacen feliz, agencia, cuídalos y consiéntelos.
Si tus clientes te hacen feliz, agencia, atiéndelos con la importancia que merecen.
Y si no es así, AGUÁNTENSE, ENTONCES!
Y, por favor, si ya tienen en la cabeza una respuesta, no me pregunten un “¿Qué hago?”.
Yo soy de los que escuchan, pero de los que creen que los seres humanos nos dividimos en dos tipos: los que escuchan y sugieren soluciones, y los que se quejan y las ignoran.